jueves, 11 de abril de 2013

A VECES LA REALIDAD IGUALA A LA FICCIÓN.



¡Ha ocurrido! Necesitaba compartirlo. He abierto un libro, quizás por la mitad, he leído en diagonal, he dejado caer las hojas (que chirrían como bisagras sueltas) hacia la derecha y entonces ha ocurrido: el libro se ha sacudido el polvo. Ha sido una nube de no más de seis centímetros y medio de largo por ocho de ancho, y ha sido espesa, algo amarillenta, y breve, muy breve. El polvo ha caído sobre mi rodilla. Y me he sentido como el explorador británico R.F. Scott leyendo la carta que le dejó Amundsen  junto a la bandera noruega.



No voy a decir ni el titulo, ni el autor, ni la editorial, ni la fecha. Lo devolveré a la biblioteca y volveré en unos años, quizás dentro de tres años, o puede que dentro de seis. Y comprobaré si hay nube de polvo, y la mediré. Puede que escriba hasta un artículo científico sobre el fenómeno. 

Confío en que nadie más sufra de librofagia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario