viernes, 21 de diciembre de 2012

Profundamente ideológica.



Como toda fantasía la ciencia-ficción es una rama literaria de pobre prestigio. Los autores serios estos que son proclamados como intelectuales de la opinión pública y que se consagran a ello en columnas periodísticas y en tertulias no literarias— no escriben ciencia-ficción, tal cosa, al parecer, es escapista, poco realista. Tampoco muchos lectores rinden pleitesía a la calidad de la ciencia-ficción, un frío “no me interesa” resuelve cualquier alegato    en su favor.
¿Y a vosotros, escritores del Taller, os interesa?
La ciencia-ficción es una literatura profundamente ideológica: sin ataduras realistas pero con el propósito de construir futuros verosímiles, el escritor echa mano de su ideología para hacer arquitectura.
Justamente por esta razón la primera ciencia-ficción es política. Me refiero a Utopía de Tomás Moro, cuyo título exacto es Libro del estado ideal de una república en la nueva isla de Utopía, y que fue publicada por primera vez en 1516. Y también por esta razón, la primera obra de ciencia-ficción de la literatura española es un cuento del catalán Nilo María Fabra publicado en 1897, y titulado La guerra de España con los EEUU.
 
Una curiosidad: ¿recordáis lo que decía Jules Verne acerca de las anticipaciones (entrada del 3 de diciembre)? En La guerra de España con los EEUU Fabra relata una incursión bélica de EEUU en la isla de Cuba que acaba neutralizada con rotundidad por el valioso ejército español. Un año después de la publicación de este relato se produce el famoso “desastre del 98”.