martes, 8 de febrero de 2011

MANIERISMOS: ¿DE QUIÉN SOIS HIJOS?

“El corazón de los jóvenes —dice Malraux— es un cementerio en el que están inscritos los nombres de mil artistas muertos y cuyos actuales moradores son unos cuantos fantasmas poderosos, a menudo antagonistas”. “El poeta —añade— está obsesionado con una voz con cuyas palabras ha de armonizar”. Como sus principales preocupaciones eran visuales y narrativas, Malraux acuñaría esta fórmula: “Del pastiche al estilo”, que no es adecuada para la influencia poética, en la que el movimiento hacia la realización de uno mismo está más cerca del espíritu más drástico de la máxima de Kierkegaard: “Quien desea trabajar hace nacer a su padre”. Recordemos cómo, durante tantos siglos, desde los hijos de Homero a los hijos de Ben Jonson, la influencia poética se ha descrito como una relación filial […]

Harold Bloom, La ansiedad de la influencia. Una teoría de la poesía, ed. Trotta, Madrid, 1997, p. 74.



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